Ser detenido por las fuerzas del orden mientras tienes un alijo de cannabis a bordo presenta una situación muy delicada. Dependiendo del estado en el que se encuentre, las penas por posesión de cannabis pueden ir desde una pequeña multa hasta seis meses (o más) de cárcel. No hay garantías cuando se trata de transportar cannabis (incluso dentro de un estado legal), así que por si acaso, tenga a mano esta práctica lista de control para asegurarse de que conoce sus derechos:
Si prefiere no hablar, tiene derecho a hacerlo, siempre y cuando presente su licencia y registro y coopere con el control de tránsito. Puede que esto no le vaya bien al agente, pero también puede limitarse a respuestas cortas de una sola palabra.
El mejor y más directo modo de proceder es decir simplemente:"Oficial, no tengo nada que ocultar, pero no consiento ningún registro". Los agentes pueden tratar de convencer a los conductores de que sólo necesitan "echar un vistazo rápido" en su maletero o asiento trasero, pero usted no tiene que dar su consentimiento para un registro, lo que significa que necesitarán una causa probable o una orden de registro.
La mejor manera de transportar cannabis es en un contenedor a prueba de olores en el maletero. Trátelo como si fuera licor: no ponga recipientes abiertos en el auto y manténgalo en un lugar seguro, lejos de olfatear la distancia de los agentes de policía de carretera.
En Arizona, un fallo de la corte revocó un caso de posesión de marihuana en 2013, encontrando que el olor del cannabis por sí solo no constituye una causa probable para una búsqueda. Sin embargo, en muchos estados, el olor del cannabis es suficiente para que un oficial crea que se está cometiendo un delito y que el registro del automóvil puede revelar el delito. Mantener su cannabis en un recipiente a prueba de olores (idealmente en el maletero) es la manera más segura de evitar este escenario.
Si usted no ha hecho nada malo y el oficial no ha registrado su vehículo, o ha registrado su vehículo y ha aparecido con las manos vacías, pregunte cortésmente: "Oficial, ¿estoy detenido o soy libre de irme?". Si no tienen motivos para detenerte, sé persistente. "Oficial, ¿soy libre de irme?"
Si no eres libre de irte, estás siendo detenido. En este punto, lo primero que debe hacer es solicitar un abogado. "Voy a permanecer en silencio, y me gustaría ver a un abogado." Esto lo protegerá de ser interrogado por la policía y le dará la oportunidad de buscar asesoría legal antes de proceder. También es un plan muy inteligente para mantener la tarjeta de presentación o el número de teléfono de un abogado en su billetera, sólo en caso de una emergencia legal.